NUEVA YORK, Estados Unidos.- Cristina Fernández renovó su reclamo para que se "revise el funcionamiento de los organismos de las Naciones Unidas, en particular del Consejo de Seguridad". Lo hizo, precisamente, en su intervención ante los representantes del máximo órgano de seguridad de la organización, que la Argentina preside de manera temporal este mes.
En su discurso, la mandataria consideró que terminada la guerra fría, y ante los desafíos que presenta "un nuevo mundo con una nueva realidad", no resulta necesario que los miembros permanentes del Consejo -los EEUU, Francia, Reino Unido, Rusia y China- continúen con el derecho a veto que poseen hasta ahora. "Los viejos métodos no van a dar respuestas", aseguró.
En ese sentido, Cristina Kirchner abogó porque a partir de una reforma, los organismos de la ONU alcancen sus decisiones "por consenso", de manera que no exista necesidad de que se ejerza el veto. Su pedido se dio en el marco de un llamado a "fortalecer" la cooperación entre organismos regionales, como la Celac, la Unión Africana y la Liga de los Estados Árabes, con las Naciones Unidas.
Por otra parte, insistió en el reclamo argentino para que Reino Unido acceda a comenzar las conversaciones por la disputa por las Islas Malvinas, conforme lo estableció la ONU a través de una resolución de la Asamblea General. "No se trata de una postura caprichosa, simplemente queremos que se cumpla la resolución y que ambos países nos sentemos a discutir sobre una situación litigiosa", dijo.
"Uno puede tener opiniones discordantes sobre algo que no está resuelto por la ONU, pero cuando este organismo emana de su asamblea no estamos ante opiniones discordantes", argumentó.
La Presidente aclaró, de todos modos, que su mención del tema Malvinas era "sólo un ejemplo" y afirmó que no pretendía "introducir una polémica" en ese debate. Sobre sus planteos, indicó: "Son ideas, no tienen la soberbia de ser la verdad revelada".
"La paz y la seguridad no es un concepto militar. Los que crean que la paz solo se asegura con las armas, creo que hay múltiples ejemplos que muestran que lo que construyen sociedades son valores e ideales", culminó.
El discurso que pronunció Cristina Kirchner fue en carácter de gobernante de un Estado miembro del Consejo, y no como presidente de ese órgano. Los conceptos que defendió estuvieron en línea con lo que ayer conversó con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Al encabezar luego un almuerzo junto a los cancilleres que participan de las discusiones y Ban Ki-moon, la mandataria admitió que antes veía a la globalización como "una amenaza", pero ahora la observa como "una inmensa virtud y una garantía para profundizar las políticas de derechos humanos".